VIRTUDES
“Todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro,
de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo
eso tenedlo en cuenta” (Flp 4, 8).
La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el
bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de
sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa
tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas.

Las virtudes humanas
Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones
estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que
regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta
según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una
vida moralmente buena. El hombre virtuoso es el que practica libremente el
bien. Las virtudes morales se adquieren mediante las fuerzas humanas. Son los
frutos y los gérmenes de los actos moralmente buenos. Disponen todas las
potencias del ser humano para armonizarse con el amor divino.
Las virtudes humanas adquiridas mediante la educación,
mediante actos deliberados, y una perseverancia, mantenida siempre en el
esfuerzo, son purificadas y elevadas por la gracia divina. Con la ayuda de Dios
forjan el carácter y dan soltura en la práctica del bien. El hombre virtuoso es
feliz al practicarlas.
Para el hombre herido por el pecado no es fácil guardar
el equilibrio moral. El don de la salvación por Cristo nos otorga la gracia
necesaria para perseverar en la búsqueda de las virtudes. Cada cual debe pedir
siempre esta gracia de luz y de fortaleza, recurrir a los sacramentos, cooperar
con el Espíritu Santo, seguir sus invitaciones a amar el bien y guardarse del
mal.
Las virtudes son buenas características que se añaden a la
persona conforme a su manera de hablar, pensar, actuar, etc. Estas, al igual
que los valores, son atribuidas y lo son por los grupos en los que nos
desenvolvemos. Lo bueno de estas es que eres respetado por los actos que haces,
actúas con bien y las personas te respetan y empiezan a sentir aprecio por tu
persona, pero si actúas mal, las mismas personas se van a encargar de que tu
vida en esta tierra no sea la mejor.

Para más información acerca de este tema véase el siguiente artículo: http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s1c1a7_sp.html
Las 7 virtudes que Jesús mismo nos enseñó, véase el siguiente video para saber más:
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